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sepa
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sábado, 4 de septiembre de 2010

Nueva en el barrio 1ra parte


Los primeros días en el nuevo barrio fueron extraños para Pilar, quién había pasado toda su vida en un apartamento en pleno centro de la ciudad, rodeada de bocinazos, ruidos, música, humo de motores, las conversaciones de las personas que paseaban por allí. Tener ahora esa casita con jardín y un pequeño patio al fondo, en un lugar tan tranquilo, era como un sueño. Al fin que lo que al principio había parecido tan malo, tener que vender el apartamento para pagarle a su hermano la mitad que le correspondía por herencia, había resultado en su beneficio.


Pronto Pilar se habituó a su nuevo entorno, a correr en el parque por las mañanas, a pasar por el kiosco que quedaba como a cinco calles de su casa, pero que tenía todas las revistas que le gustaban...y especialmente porque estaba esa dependienta tan bonita, aunque algo parca que atendía el lugar en las tardecitas. Pilar es lesbiana. Lo descubrió apenas al salir de la adolescencia, cuando en lugar de mirar a los chicos....sus ojos se perdían detrás de los traseros de las chicas, o cuando tenía que hacer esfuerzos para poder apartar la mirada del escote de sus amigas cuando iban a bailar a alguna disco y se ponían ropa sensual. Desde aquellas épocas en que no comprendía que le sucedía, hasta ahora que acababa de cumplir 33 años, había tenido tres parejas, alguna aventurilla, y había confirmado que lo que le atraían eran las mujeres. Sin embargo aún no había tenido una pareja fija, una con quién tuviera ganas de compartir la vida, en parte porque le tenía pánico al compromiso, en parte porque no se había enamorado realmente hasta ese momento, así que dejaba solo que las cosas sucedieran

Pero Pilar tuvo que aceptar que le sucedía algo extraño con la chica del kiosco, cuando comenzó a buscar excusas ante si misma para ir a comprar cosas allí, a pesar de no ser el negocio mas cercano a su casa. Y no se explicaba qué le atraía, dado que la muchacha siempre vestía con camisas amplias, unas polleras bastante largas, usaba unos anteojos con montura dorada y el largo cabello castaño recogido la mas de las veces en una cola de caballo. Los ojos de la chica son intensamente verdes, sin embargo al pasar los días, Pilar descubrió que se ponían en algunas ocasiones de un verde azulado profundo y en otras cambiaban a tener pintas de color marrón. Un día, como al descuido, se lo comentó, para poder oír de ella algo mas que un "Hola....¿qué llevas?".

- Hoy tienes los ojos de diferente color.

Por primera vez vio sonreír a la chica del kiosco....y se dijo a sí misma que tenía una sonrisa preciosa.

- Es de familia...mi padre también tenía los ojos así, cambian con el estado del tiempo.

- ¿Cómo es eso?.

- Pues cuando tienen pintas marrones habrá lluvia...si están muy verdes hará buen tiempo, cuando se aclaran es que hay humedad y frío.

- O sea que eres un servicio meteorológico ambulante comento Pilar, tratando de ser graciosa y lográndolo, porque la chica lanzó una carcajada. Al tirar la cabeza hacia atrás la blusa se le abrió un poco, dejando ver el nacimiento de los senos, y la mirada de Pilar se perdió allí, en esa suave curva. De inmediato apartó la mirada, porque ver ese poco de piel la puso nerviosa...se dijo que ya era demasiado tiempo sin hacer el amor, si ver una teta la ponía tan nerviosa. Tomo el cambio que ella le dio y se retiró del pequeño local.

En los días siguientes Pilar se dedicó a averiguar cosas sobre la chica del kiosco. Supo que se llamaba Adriana, rondaba los 30 años aunque nadie pudo decirle su edad con exactitud. El hombre que atendía el kiosco en las mañanas era su hermano mayor, que vivía en otro barrio muy alejado, ambos habían heredado el negocio de su padre. Oí que la madre de ambos se había marchado de casa siendo ellos muy pequeños, debido al maltrato de su esposo. Después de eso el buen señor se había dedicado a maltratar a sus hijos, por lo que los muchachos no lo habían pasado nada bien mientras crecían. Hacía cinco años el hombre había fallecido, y desde entonces ambos atendían el negocio. Supo también que Adriana había tenido un novio, que él se había marchado a USA poco antes que el padre de Adriana falleciera, prometiendo regresar....solo que la promesa se diluyó con el tiempo, y no solo no había regresado, sino que ya ni siquiera escribía. Todo eso lo supo Pilar por Asuntas, una de esas viejitas de barrio que saben la vida de todo el mundo....y de la cual Pilar se dijo debería cuidarse si en el futuro tenía alguna relación.

Esa noche de sábado Pilar estaba aburrida en casa, así que decidió salir hasta el centro a ver una película. Había oído de "La otra cara del amor", cuya protagonista era lesbiana, y se dijo que sería un buen programa. Después de darse un largo baño, se inspeccionó frente al espejo...las piernas de Pilar eran su punto fuerte, largas, bien formadas, derechas....perfectas. El vientre se mantenía liso gracias al estricto control que ella ejercía sobre su dieta....seguía mirándose al espejo cuando pasó las manos tras su cabeza, y los pequeños senos salieron desafiantes...le gustaba su cuerpo. Se puso una falda negra corta, un swater blanco y tomó su cartera. Peinó su corto cabello negro, repasó sus labios con brillo, se pudo unas caravanas y salió. Tomó el coche, pero al pasar frente al kiosco, decidió que compraría unos dulces...y de paso vería a la mujer que distraía sus pensamientos cuando menos lo esperaba.

Adriana estaba bajando las cortinas del kiosco....Pilar se sorprendió al verla con unos jeans ajustados y una camisa ajustada al cuerpo...Adriana la vio detener el coche y dejó de bajar las cortinas. Mientras Pilar bajaba del auto le dijo:

- Caramba Pilar....casi no llegas mujer. ¿Vas a llevar algo?

- Sí...quería algunos dulces, de los que siempre llevo.

Pilar no quería verse muy babosa...pero realmente Adriana se veía espectacular en aquella ropa. Se le notaban los senos, y la redondez perfecta de su cola. Se sorprendió que Adriana supiera su nombre....pero luego se llamó tonta. Seguramente sabía su nombre del mismo modo en que ella había logrado averiguar lo que sabía...preguntando.

- ¿Tienes una cita? preguntó Adriana de pronto. Los ojos azules de Pilar se encontraron con los ojazos verdes de Adriana, que esperaban.

- No, solo voy al cine....¿por qué no te vienes conmigo? preguntó de pronto. La experiencia le había enseñado que tomar de sorpresa a una chica valía mas que mil palabras para convencerla.

- Bien...solo déjame cerrar. respondió Adriana. Casi parecía estar esperando esa invitación, se dijo Pilar a sí misma. ¿Cómo podía Adriana saber que ella la invitaría?. No, no....seguramente se estaba dejando llevar por la atracción que esa mujer provocaba en ella. Adriana era un misterio que Pilar quería descifrar.

Fueron a ver "La otra cara del amor", que trataba sobre la historia de una chica lesbiana y de dos muchachos que pretendían conquistar su atención. Vaya tema para la primera....¿cita?. Extrañamente Pilar se sentía así, como en primera cita con Adriana. Al final de la película Pilar la invitó a tomar un café. Quería pasar tiempo con ella, ahora que tenía la oportunidad de acercarse y extraerla algo mas que un comentario sobre el tiempo, o sobre un libro (Adriana era una lectora voraz) o sobre música.

- Te noto cambiada.





-¿Cambiada?.

- Sí...te sienta muy bien esa ropa....deberías vestir siempre así.

- Ah....es eso...es que los fines de semana visto así.

- ¿Y por qué no en la semana?.

- Ya sabes....estoy sola en las noches en el kiosco....los muchachos suelen ponerse pesados. Si luzco como mojigata....no molestan tanto. Ni siquiera consideran el hecho de conquistarme.

Ambas rieron, porque eso era cierto. Pilar estiró la mano para tomar el azucarero al mismo tiempo que Adriana, y las manos de ambas se tocaron. Pilar miró a Adriana, sorprendida...mas sorprendida porque ella parecía no tener intención de retirar su mano. Después de mucho tiempo Pilar sintió aquel escalofrío recorriendo su espalda, típico de cuando una mujer le atraía mas que especialmente.

- ¿Te gustó la película?.

- Sí, estuvo bien.

- ¿Qué opinas de las lesbianas? preguntó Pilar de pronto. Si Adriana tenía fobia a las chicas homosexuales prefería saberlo ya, antes de seguir alimentando el fueguito que comenzaba a arder en su pecho.

- Tuve una amiga lesbiana en la secundaria. Mejor amiga que cualquiera de las otras. Siempre me ayudó en todo, y entendía que no pudiera ir a casi ningún lugar porque mi papá lo prohibía...las otras muchachas se reían mucho de mí por eso. No tuve una adolescencia fácil...pero mientras Sonia estuvo cerca, se hacía todo mas llevadero.

- ¿Y que pasó con ella?.

- Papá no me dejo verla más cuando alguien le comentó que "probablemente era una muchacha rara". Luego su familia se mudó a otra ciudad, y no he sabido mucho mas de ella. Una pena. Fue la mejor persona que he conocido.

- ¿Y no te daba curiosidad?. Digo...el hecho de que fuera lesbiana.

- No. Yo opino que cada quién puede hacer lo que quiera con su vida, mientras no joda a los demás. Vivo y dejo vivir.

- Caramba.....no te imaginaba así, con una mente tan abierta.

- Ja ja ja....por como me criaron no debería ser así. Creo que fue por fobia....cuanto mas obtusa quiso hacerme mi padre, mas mi mente se abría. Aún me quedan muchas cosas por superar, pero de ningún modo quiero ser como él era, como quiso que yo fuera.

Pilar asintió quedamente...pero ya sabía lo que mas le interesaba...que Adriana no consideraba al lesbianismo como algo repudiable. En la siguiente semana fue mas seguido al kiosco, hasta que Adriana le comentó que le gustaba mucho Catherine Denueve. Pilar le preguntó si había visto "El Ansia", protagonizada por la Denueve con la Sarandon...una historia de vampiros y lesbianismo, pero obvio decirle ese detalle a Adriana.

- Comencé a verla en una ocasión, con Sonia...pero mi padre me hizo quitarla, aún no sé porque. Luego no me atreví mas a pedirla en el video. Que tonta soy ¿verdad?.

- Yo tengo el video...si quisieras verlo en casa esta noche, puedes venir luego de cerrar el kiosco.

Era una invitación loca, Pilar lo sabía. Sin embargo Adriana la miró a los ojos y le dijo.

- Bueno...estaré como a las 21 hrs en tu casa...¿llevo pizza?.

- Claro....esta bien respondió Pilar, nerviosa como una adolescente. Prácticamente corrió hasta su casa para pasar aspiradora, lavar, perfumar, poner luces bajas, bañarse, ponerse una falda negra y una camisa de seda blanca. A las 21 hrs en punto sonó el timbre. Era Adriana. Por primera vez Pilar la vió con una falda y se dijo que tenía unas hermosas, hermosas piernas. Llevaba un sweater azul ajustado, que debaja ver sus senos grandes y firmes.

Pusieron la pizza sobre la mesa, Pilar trajo vasos y la cerveza fría desde la cocina, prepararon la mesa, Pilar puso la película, y se sentaron juntas en el sofá...muy juntas.

- Que elegante es la Deneuve murmuró Adriana. Pilar asintió..sin despegar la mirada de las piernas de Adriana. Se estiró para tomar su vaso de cerveza y las piernas de ambas se rozaron,

- Cierto, una mujer muy elegante.

- A Luis le gustaba mucho Catherine Deneuve. Siempre me decía que era algo así como su amor platónico.

- ¿Quién es Luis?.

- El que fue mi novio...un pobre tipo, tan reprimido por su mamá como yo por mi padre. Solo que él terminó antes su sufrimiento....se largó a USA, y ya ni sé de él.

- Yo le odiaría por irse dejándome sola.

- Sabes...no lo odio. Creo que ya no soportaba más. Y quizás el amor no era tan fuerte. Si debo confesarlo....no lo extrañe demasiado. Creo que estaba con él por costumbre, para poder escaparme cada tanto de casa. Eramos una excusa el uno para el otro.

- ¿Tenías sexo con él? preguntó Pilar de pronto. Se estaba poniendo celosa al oirla hablar del tal Luis. Adriana pegó un respingo y giró el cuerpo para verla a los ojos.

- Creí que ya en el barrio te habían ido con el cuento de que soy virgen.

- Pues...

- Vamos Pilar...estoy segura que algo te han contado sobre mí. Sé como es la gente, siempre tienen algo que decir.

- Me contaron algo de tu novio y de como era tu papá, nada mas.

- Bueno...entonces...ya tienes idea. Nunca tuve sexo con Luis. Hubo oportunidad, en varias ocasiones estuvimos casi a punto de hacerlo...pero yo no quise, no sentía "eso" que se supone hay que sentir. Después ya no salí con nadie, papá estuvo enfermo un tiempo, después que murió me dedique a estudiar y al kiosco.

- ¿O sea que nunca....nadie te tocó?.

Adriana miraba la pantalla, donde la Denueve se insinuaba con la Sarandon. Miró directo a los ojos de Pilar y respondió en voz muy baja.

- Sonia me tocaba...es decir, nos tocábamos cuando estábamos a solas.

La idea excitó a Pilar...la idea de que Adriana ya hubiera sentido deseo por otra mujer, la hacía sentir como mas aliviada. Deslizó su mano sobre la pierna de Adriana, quién la dejó hacer.

- ¿Y te gustaba?.

- Mucho....pero tampoco llegamos a mucha cosa. Mi padre la echó de casa un día que nos sorprendió abrazadas....imaginate, si nos hubiera visto tocándonos los senos como a veces hacíamos creo que nos mata.

6 comentarios:

  1. Hola!! Esta es una novela?

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  2. Wooow acabo de descubrir tu blog, y si no te importa me quedo! Te enlazo ya mismo para no perderme la continuación.
    Te dejo un besote y mis caricias

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  3. oraleeee diriaa yooo ejejeje, estoooo esta muy buenooooooo avalonnn, creo que jamas te lei un relatoo al menos no en este blogg, aun que si recuerdo que poenias en el antiguo sueños de amor allaa en el 2007 ajaja lastima que cerre ese blogg, avalon un abrazoo y espero la segunda parte ejejee...

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  4. es un relatito espero q te guste besitos

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  5. caricias gracias por leerme cielo, besitos de colores y ya te visitare

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  6. hola poeta pues estamos de regreso besitos niño y saluditos tu adis

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